Más
allá del dolor físico que tienen, que puede ser aliviado con recursos de la
medicina, necesitan el auxilio del tratamiento psicológio.
Es
en estos casos donde la Hipnosis aparece como un recurso extra.
Sucede
que las misteriosas conexiones que convierten un evento traumático en una
disfonía psicosomática, o en una caída del cabello inexplicable, están
radicadas en el hemisferio derecho, el "mágico". Y precisamente es
ahí donde es el punto clave de alivio en las Hipnosis.
Muchas
veces llegan personas con algún síntoma misterioso, que para el médico es
inexplicable, o peor aún, con algún veredicto por algún profesional de
incurabilidad.
Un caso
real sobre esto es el siguiente:
Elena acudió a un curso de Hipnosis Clinica Reparadora en Noviembre 2011, en Mendellín, Colombia.
Elena acudió a un curso de Hipnosis Clinica Reparadora en Noviembre 2011, en Mendellín, Colombia.
El
problema de Elena era la transpiración de sus manos y que la ha venido
torturando desde pequeña. En exámenes en la escuela y en la Univesidad las
hojas de papel en el que escribía se rompían por sudor y al momento de contar
su problema, las gotas de su frente y de susu brazos caían ostensiblemente
sobre el piso.
Había
asistido con varios médicos, pero con ninguno tuvo mejoría.
La teoría
que obtuvieron fué, que aunque conscientemente Elena no sabía porque le pasaba
esto, dentro de su mente estaba toda la información. Fué inducida a un estado
de hipnosis, donde nunca se pierde el conocimiento ni el control de lo que se
dice, pero en la cual el trance failita la comunicación con las distintas capas
del inconsciente.
En ese estado lograron el fenómeno de la "regresión hipnótica": el yo que ésta situado en el presente, se desplaza imaginriamente hacia atrás en el eje del tiempo y vuelve a revivir la cosas que sucedieron ahce mucho. Y en ese proceso de revivificación de los recuerdos, reaparecen las emociones perdidas y el paciente vuelve a llorar como un niño.
Es por
medio del inconsciente del paciente que se van acercando al origen del
problema, a través de recuerdos y sucesos viculados.
¿Qué
apareció? Una
violación sufrida en la infancia a manos de un familiar cercano, que ella
ignoraba conscientemente, y que fué revivida con todo el dramatismo imaginable.
¿Y cómo
puede una agresión de esa índole justificar este síntoma? Ellos se sienten intrínsecamente
sucios, distintos a sus compañeros. Por eso no juegan con sus amigos en los
recreos, por eso se aíslan: «porque creen que de alguna manera incomprensible
son ellos quienes han causado ese suceso». Y a partir de ese momento se instaló
la represión. El recuerdo de la violación fue eliminado de los registros
concientes y en su lugar comenzó el problema de la transpiración excesiva.
¿Para qué? Para evitar que la abracen. Es patético, pero esa niña lastimada se
sintió responsable y comenzó a sudar de esa manera no como defensa, sino para
proteger a los demás de sí misma, que estaba «sucia»
A veces
como médicos no vemos una segunda opción terapéutica y estamos aferrados a una
sóla opción, como son los medicamentos. Pero es importante conocer otras
medidas terapéuticas como la anterior.
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