sábado, 16 de junio de 2012

La Hipnosis: cura de las enfermedades psicosomáticas?


Más allá del dolor físico que tienen, que puede ser aliviado con recursos de la medicina, necesitan el auxilio del tratamiento psicológio.

Es en estos casos donde la Hipnosis aparece como un recurso extra.

Sucede que las misteriosas conexiones que convierten un evento traumático en una disfonía psicosomática, o en una caída del cabello inexplicable, están radicadas en el hemisferio derecho, el "mágico". Y precisamente es ahí donde es el punto clave de alivio en las Hipnosis.




 
Muchas veces llegan personas con algún síntoma misterioso, que para el médico es inexplicable, o peor aún, con algún veredicto por algún profesional de incurabilidad.
Un caso real sobre esto es el siguiente:
Elena acudió a un curso de Hipnosis Clinica Reparadora en Noviembre 2011, en Mendellín, Colombia.

El problema de Elena era la transpiración de sus manos y que la ha venido torturando desde pequeña. En exámenes en la escuela y en la Univesidad las hojas de papel en el que escribía se rompían por sudor y al momento de contar su problema, las gotas de su frente y de susu brazos caían ostensiblemente sobre el piso.

Había asistido con varios médicos, pero con ninguno tuvo mejoría.

La teoría que obtuvieron fué, que aunque conscientemente Elena no sabía porque le pasaba esto, dentro de su mente estaba toda la información. Fué inducida a un estado de hipnosis, donde nunca se pierde el conocimiento ni el control de lo que se dice, pero en la cual el trance failita la comunicación con las distintas capas del inconsciente.


En ese estado lograron el fenómeno de la "regresión hipnótica": el yo que ésta situado en el presente, se desplaza imaginriamente hacia atrás en el eje del tiempo y vuelve a revivir la cosas que sucedieron ahce mucho. Y en ese proceso de revivificación de los recuerdos, reaparecen las emociones perdidas y el paciente vuelve a llorar como un niño.
Es por medio del inconsciente del paciente que se van acercando al origen del problema, a través de recuerdos y sucesos viculados.
¿Qué apareció? Una violación sufrida en la infancia a manos de un familiar cercano, que ella ignoraba conscientemente, y que fué revivida con todo el dramatismo imaginable.


¿Y cómo puede una agresión de esa índole justificar este síntoma? Ellos se sienten intrínsecamente sucios, distintos a sus compañeros. Por eso no juegan con sus amigos en los recreos, por eso se aíslan: «porque creen que de alguna manera incomprensible son ellos quienes han causado ese suceso». Y a partir de ese momento se instaló la represión. El recuerdo de la violación fue eliminado de los registros concientes y en su lugar comenzó el problema de la transpiración excesiva. ¿Para qué? Para evitar que la abracen. Es patético, pero esa niña lastimada se sintió responsable y comenzó a sudar de esa manera no como defensa, sino para proteger a los demás de sí misma, que estaba «sucia»


A veces como médicos no vemos una segunda opción terapéutica y estamos aferrados a una sóla opción, como son los medicamentos. Pero es importante conocer otras medidas terapéuticas como la anterior.

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